Horacio Rodríguez Larreta prepara un relanzamiento del Teatro General San Martín de calle Corrientes con el mismo estilo que utilizó Mauricio Macri cuando presentó en 2010 la reforma del Colón, una de las principales plataformas de campaña del actual presidente.

Esta semana, el jefe de gobierno recorrió la última etapa de la obra de “puesta en valor” del Teatro, una de las apuestas para darle volumen a su campaña por la presidencia, que incluyen a otras obras de importancia como la autopista ribereña.

El jefe de gobierno explicó que al cerrar el edificio mientras se trabaja “se aceleró mucho la obra para tenerla terminada en tiempo récord” y aseguró que “la perspectiva es tenerlo listo este fin de año”, aunque en el mundo cultural ya se habla de que la reinauguración podría hacerse en mayo de 2017.

La intención del gobierno de Larreta no sólo es reformar las salas sino devolverle al San Martín el lugar de vanguardia y preponderancia que supo tener durante décadas en materia cultural. “Se deterioró el lugar y la propuesta”, se sinceraron a LPO desde el PRO.

Las obras de remodelación del San Martín comenzaron en 2012 con un presupuesto multimillonario. Pero Hernán Lombardi, el ministro de Cultura durante los dos mandatos de Macri en la Ciudad, no las pudo terminar. En parte, por una simple razón: nunca quiso cerrarlo para que no lo cuestionaran, pese a que para realizar algunas obras, como ocurre en todos los teatros del mundo, es necesario suspender el acceso al público durante meses.

Es por este motivo que la gestión de Larreta debió cerrar el San Martín apenas asumió en la Ciudad y reubicar al personal y la programación en la Casa de la Cultura y otros de los cuatro teatros que administra el gobierno porteño. Mientras, los artistas encendieron velas en la puerta del Teatro para intentar “revivirlo”. “Estamos velando a un muerto”, dijeron a Página 12.

“Es un gusto sentir que tantos porteños y quienes nos visitan van a poder disfrutar de este maravilloso teatro, que es posiblemente el ícono cultural de la Ciudad”, dijo Larreta en su recorrida y mencionó al Colón: “así como se hizo una gran obra para recuperar el Colón, una gran obra en el museo de Arte Moderno, en la Usina del Arte o en el teatro de la Ribera, lo mismo acá en el San Martín”.

Las obras

El establecimiento está en su etapa final de reformas, que abarcan la recuperación y adecuación tecnológica de los ámbitos principales y sus áreas complementarias y de servicios, incluyendo halls, camarines, núcleos sanitarios, circulaciones verticales y horizontales y otros sectores técnicos de apoyo.

Además, en los pisos 7, 8 y 9 se están renovando la totalidad de las oficinas debido a que a ese sector se mudará el Ministerio de Cultura de la Ciudad.

A mediados de 2014 fueron finalizadas las obras de recuperación de cubiertas e impermeabilización de muros exteriores, y a fines de ese mismo año se inauguró la renovación de la sala de ensayo de danza de ballet contemporáneo.

En 2015, en tanto, se intervinieron las salas Leopoldo Lugones, Casacubertaj y Martín Coronado, la principal del complejo, para dar ejecución a un proceso de reforma que incluyó la colocación de alfombras, retapización de butacas y modernización de los sistemas eléctricos, de señalización y de los revestimientos acústicos.

Una vez finalizados estos trabajos se resolvió cerrar el establecimiento para acelerar los tiempos de obra y encarar durante 2016 la etapa final de la renovación total del complejo.

La renovación de instalaciones y actualización tecnológica del complejo incluye un conjunto de intervenciones interdisciplinarias que mejorarán el funcionamiento del teatro en todos sus aspectos.

Entre los trabajos se destacan la adecuación de las instalaciones a las nuevas exigencias para preservar las normas de seguridad edilicias y la restauración, consolidación y conservación de los revestimientos, mármoles, maderas y bronces, recuperando sus valores esenciales.

También, la colocación de un nuevo sistema de gas que permitirá proveer agua caliente y vapor; ajustes de las maquinarias y cambios de cabinas, tanto en los ascensores de público como en los de personal y montacargas y la recuperación del criterio distributivo y la tipología de iluminación originales del proyecto, alterado por intervenciones impropias.